artículo 22 de mayo, 2.006
 

 

      Uribe: GERENCIA SIN PRESIDENCIA

 

 

por José María Rodríguez González*
Actualizado: 10:00 p.m., lunes 22 de mayo, 2.006

 


 

     Uno de los problemas de Uribe fue haber sido solamente un gerente sin ninguna capacidad de presidente.

     Un gerente es un administrador empleado por los dueños de la empresa no por los trabajadores.

     La función de los gerentes es el rendimiento de la empresa para beneficios de sus dueños y socios, no de los trabajadores. Eso es tarea de los sindicatos.

     Uribe ha servido a los poderosos de Colombia, porque para ellos es para quienes él quiere trabajar.

    El presidente es elegido por todos para servir a todos los colombianos. Pero Uribe nos engañó y traicionó nuestra confianza para dedicarse a administrar exclusivamente los intereses de los poderosos como la banca y ayudar a proteger el poder económico de los narco-paramilitares con testaferros y nuevas leyes que garantizan su impunidad y luchar a toda costa para que sus cabecillas nunca sean extraditados. Si la amenaza eran las FARC no las AUC, es claro que usó la paz de encubrimiento.

     Como resultado, la banca hizo más de 5 billones en ganancias, una cifra record, mientras los beneficios de los trabajadores fueron recortados, incluyendo los de los ancianos quienes vieron destrozada toda su vida dedicada al trabajo.

     Uribe ha sido un gerente de los intereses de los poderosos pero nunca el presidente de todos los colombianos.

     Un presidente nunca puede ser un simple gerente como lo ha sido Uribe, trabajando, trabajando y trabajando por los monopolios nacionales, la banca y los líderes narco-paramilitares. Un presidente tiene que tener una visón estratégica de lo que es Colombia para todos los colombianos no solo para los dueños y los amigos del gerente.

     El rico es colombiano, el indígena también es colombiano, el sacerdote es colombiano el guerrillero también es colombiano, las personas honradas son colombianas, los criminales también son colombianos.

     La presidencia es gobernar a todos los colombianos –Uribe gerencia los de su preferencia como la banca y los narco-paramilitares-. Uribe no logra la tecnología y la infraestructura para la industria –un gerente no crea estrategias, solo administra-. Uribe no pone a la Iglesia en su lugar religioso y al estado en su lugar del derecho –Uribe gerencia con pleitesía a la Iglesia y los EE.UU.-. Un presidente logra la convivencia de todas las razas, culturas y creencias bajo una misma nación, enseñando el respeto al indígena, a los pobres y a los mismos criminales –Uribe gerencia ignorando indígenas, negros, ateos y criminales si son de las FARC-.

     Los presidentes lideran el respeto a la Ley. Uribe lidera la desobediencia a la constitución del 91 con su auto re-elección, lidera la peor negociación de paz con el hampa para beneficiar a sus consentidos compinches narco-militares. La ley fue de justa fue hecha injusta para lograrlo. ¿Cuál es el ejemplo que está dando? ¿Cómo puede entenderse la diferencia entre los criminales y nosotros?

     Las carreteras que necesitan escolta policial para que los carros no sean asaltados no son carreteras seguras. Las carreteras seguras de cualquier país no necesitan escolta para los carros. Eso solo sucede en las carreteras más peligrosas del mundo como la del aeropuerto de Bagdad a la ciudad de Bagdad o las carreteras colombianas. Por eso sabemos que Uribe ha sido derrotado en su seguridad democrática. Hay una seguridad en suspenso, si la policía se descuida la gente es atacada. Muchos llaman artificial esa seguridad y con justicia. Cada vez que vemos un policía o un militar en una carretera nos recuerda que estamos indefensos, que si estuviéramos seguros no los necesitaríamos. Pero no es así.

     Con Uribe Colombia no está junto a la vanguardia de las potencias de la región como Brasil, Argentina y hasta Venezuela que no necesitan ningún TLC. Uribe dejó a Colombia pedaleando con el pelotón de la cola de las economías más pobres de la región, como son Perú, Ecuador y Centroamérica.

     Necesitamos urgentemente a Carlos Gaviria para que re-negociemos el TLC con economistas de izquierda como lo hizo Chile y para establecer comercio con países de Asia, el Medio Oriente y Europa.

     Ya no queremos un gerente que solo trabaje para los dueños desconociendo y atacando a los trabajadores, los indígenas, los campesinos. No queremos un gerente que tiene preferencias con el crimen, que ataca exclusivamente a los criminales de las FARC mientras consiente a su adorada hampa de las AUC.

     Necesitamos un verdadero presidente como Carlos Gaviria capaz de gobernarnos a todos y hacer justicia para todos.

    Con razón cada día Uribe va bajando en el favoritismo de los colombianos y en su desesperación los uribistas gritan ¡adelante! a su gerente. Reconociendo que se ha quedado atrás.

    Carlos Gaviria por su cuenta crece día a día, y los colombianos llenaron las plazas públicas para darle la confianza de su voto. Las colas del 28 de mayo se alargan de colombianos que con el silencio de su voto dicen, necesitamos un verdadero presidente, ¡Presente por Gaviria Presidente!

 

 

 

© 2006 José María Rodríguez González.

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